Excerpto de Altazor
Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Por: Vicente Huidobro.
(A. 2015,03. Creacionismo. Revista Ejemplode.com. Obtenido 03, 2015, de https://www.ejemplode.com/63-arte/4066-creacionismo.html)
Emigrante
El viento vuelve siempre
aunque cada vez traiga un color diferente
Y los niños del lugar
danzan alrededor de las nuevas cometas
Canta cometa canta
con las alas abiertas
y lánzate a volar
pero nunca te olvides de tus trenzas
Las cometas pasaron
pero sus sombras quedan colgadas de las puertas
y el rastro que dejaron
fertiliza las huertas
Por los surcos del mar
ni una sola semilla deja de brotar
Chafadas por los vientos y los barcos
las espumas reflorecen todos los años
Pero yo amo más bien
los montes que conducen sobre sus lomos ágiles
las estrellas del harem
Pastor marino
que sin riendas ni bridas
guías las olas a su destino
No me dejes sentado en el camino
El viento vuelve siempre
Las cometas también
Gotas de sangre de sus trenzas llueven
Y yo monto en el tren
aunque cada vez traiga un color diferente
Y los niños del lugar
danzan alrededor de las nuevas cometas
Canta cometa canta
con las alas abiertas
y lánzate a volar
pero nunca te olvides de tus trenzas
Las cometas pasaron
pero sus sombras quedan colgadas de las puertas
y el rastro que dejaron
fertiliza las huertas
Por los surcos del mar
ni una sola semilla deja de brotar
Chafadas por los vientos y los barcos
las espumas reflorecen todos los años
Pero yo amo más bien
los montes que conducen sobre sus lomos ágiles
las estrellas del harem
Pastor marino
que sin riendas ni bridas
guías las olas a su destino
No me dejes sentado en el camino
El viento vuelve siempre
Las cometas también
Gotas de sangre de sus trenzas llueven
Y yo monto en el tren
Bernal Salgado, J. L. (2007). Manual de espumas: la plenitud creacionista de Gerardo Diego. Valencia: Editorial Pre-Textos.
Imagen recuperada de: https://www.poesias.cl/creacionismo.htm |
Comentarios
Publicar un comentario